La Copa del Mundo Brasil 1950 significó para la "verdeamarela" uno de los episodios más tristes en su historia, pues como locales sufrieron el tropiezo más fuerte que aún les duele: el llamado "Maracanazo".
En el primer torneo mundial de fútbol realizado después de la Segunda Guerra Mundial, Río de Janeiro fue la ciudad donde se construyó el estadio Maracaná, en el cual se gestó la "tragedia" para los locales.
Los brasileños edificaron el inmueble considerado en ese momento como el más grande del mundo para un torneo de fútbol; sin embargo, jamás imaginarían que también se estaba construyendo un lugar en donde todos los habitantes llorarían para siempre.
México inauguró la Copa del Mundo el 24 de junio de 1950 ante un estadio pletórico y saltó ilusionado por la victoria, pero enfrente tenía al conjunto local, apoyado por su gente, la cual era considerada una de las mayores aficiones del mundo.
Brasil inició la justa del orbe con amplia superioridad tras golear 4-0 al Tricolor, lo que permitía a los amazónicos soñar con la final y obtener por primera vez en su historia el título. Empató 2-2 con Suiza y venció 2-0 a Yugoslavia para avanzar a la ronda final.
Ahí enfrentó a Suecia, al que goleó 7-1, y luego hizo lo propio con España, 6-1, por lo que un empate ante los "charrúas" sería suficiente para conquistar su primer mundial, pero ocurrió lo inimaginable ante más de 170 mil espectadores en el Maracaná.
El 16 de julio de 1950 Brasil vivía uno de los días más felices en sus calles, la gente vitoreaba a sus jugadores y hasta hubo quienes, aprovechando el momento de elecciones presidenciales, los postuló para ocupar ese cargo. Todo hacía suponer que la selección no tendría problemas para consagrarse.
Friaca puso el 1-0 para los locales al minuto 47, pero Juan Schiaffino logró la paridad al 66?, resultado que daba el título a los brasileños, que seguían al ataque en busca del triunfo ante un rival que se defendía bien y que esperaba el momento de atacar.
Pero la tragedia estaba por llegar. Los jugadores locales no atinaban al arco de Roque Máspoli y los seguidores se desesperaban, pues ni Ademir, quien al final recibió la "Bota de Oro", ni Jair, acertaban en sus llegadas.
Eso hizo que la afición cada vez enmudeciera en apoyo y se hizo patente cuando al minuto 80 llegó el segundo gol de la visita, obra de Alcides Ghiggia sobre Moacir Barbosa. El estadio estalló en llanto. Las lágrimas tanto de afición como de jugadores ahogaron la fiesta.
Y es que Uruguay se presentó a la cancha con todo en contra, pero supo sacar su "garra charrúa" con sus antecedentes, pues ya había ganado una Copa del Mundo (1930), ocho Copas América y dos títulos olímpicos, y sumó un trofeo más a sus vitrinas.
Ese 16 de julio de 1950 jamás será olvidado por los brasileños pues, a pesar del paso del tiempo, aún esa herida no sana.
A esta Copa del Mundo se presentaron 13 selecciones que fueron situadas en cuatro grupos, de los cuales el ganador de cada uno accedió a la segunda fase.
Brasil, España, Suecia y Uruguay jugaron entre ellos y el que sumara más puntos sería el monarca del orbe, lo que lograron los "charrúas" en el mítico e inolvidable "Maracanazo".
Fuente: Starmedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario